Diabetes: ¡ojo con lo que bebe!

No es cuestión de si usted es delgado u obeso, es cuestión de si se bebe muchas bebidas refrescantes o de otro tipo con azúcar.

Los expertos sanitarios creían que las bebidas azucaradas y la diabetes tipo 2 estaban asociadas porque el azúcar fomenta el aumento de peso y la grasa corporal contribuye a la resistencia a la insulina, que antecede a la diabetes.

Un nuevo estudio eliminó el peso como factor, encontró que cada porción diaria de bebidas endulzadas con azúcar aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 de cualquier persona en un 13 por ciento en un periodo de diez años. Si esto es correcto, las bebidas azucaradas podrían conducir a dos millones de diabéticos tipo 2 en EE.UU hasta 2020.

Tomando como fuente a Fumiaki Imamura, investigador de la Universidad de Cambridge School of Clinical Medicine, la diabetes tipo 2 afecta a la forma en que el cuerpo convierte el azúcar de los alimentos en combustible, y provoca graves problemas si no se trata. Unos 29 millones de estadounidenses la sufren, la mayoría del tipo 2.

Una lata de cola de 12 onzas contiene 39 gramos de azúcar, el equivalente a 9.75 cucharaditas de azúcar. Teniendo en cuenta que la dosis diaria de azúcar no debe pasar de 30 gramos, esa cantidad consumida a la vez provoca un aumento marcado en el azúcar en sangre, lo que con el tiempo puede crear resistencia a la insulina incluso en personas que tengan un peso normal.

Esas conclusiones se basan en datos de 17 estudios observacionales anteriores, que los investigadores combinaron para crear un conjunto de poco más de 38.200 personas.

La Asociación Americana de Bebidas (American Beverage Association) intenta curarse en salud, "nuestra industria está comprometida con formar parte de unas soluciones reales para los problemas de salud pública. Estamos ayudando a las personas a gestionar su ingesta de calorías y azúcar al ofrecer una amplia variedad de opciones de bebidas, una variedad de tamaños de envases, e información clara y fácil de leer para ayudarles a elegir la opción que sea adecuada para ellas".

Según una nueva iniciativa llamada Balance Calories (algo así como equilibrar las calorías), los miembros de la Asociación Americana de Bebidas están trabajando para una meta común de reducir las calorías provenientes de las bebidas en la dieta estadounidense en un 20 por ciento en 2025, según la declaración.

En otro estudio, los investigadores encontraron que una porción diaria de una bebida azucarada aumentaba el riesgo de diabetes tipo 2 en un 18 por ciento durante una década, sin tomar en cuenta el peso. Tras tomar en cuenta el peso, el riesgo de diabetes tipo 2 asociado con las bebidas azucaradas solo se redujo a un 13 por ciento. Alrededor de una de cada cinco personas con diabetes tipo 2 tiene un peso saludable, y esos hallazgos podrían ayudar a explicar el motivo, en palabras de los invesyigadores: "si puede imaginarse una solución intravenosa de azúcar entrando en sus venas, lo que llamamos un 'dulce concentrado', eso es lo que sucede cuando consume algo lleno de azúcar. Esa concentración puede aumentar marcadamente los niveles de glucosa en sangre, independientemente de su peso".

Otra teoría plantea que unos niveles altos de azúcar en la dieta podrían afectar a las colonias microbianas "saludables" de los intestinos, alterando la digestión de alguna forma que aumente el riesgo de diabetes tipo 2.

El nuevo estudio también encontró una asociación entre la diabetes tipo 2 y las bebidas o jugos de frutas con edulcorantes artificiales. Pero las asociaciones con los refrescos de dieta y los jugos de fruta parecieron basarse en evidencias menos sólidas, y debido a eso los autores decidieron evitar sacar alguna conclusión firme sobre esas bebidas, pero los investigadores dijeron que no las recomendarían como opciones más saludables que los refrescos azucarados.

La siguiente tabla muestra las calorías y la cantidad de azúcar que contienen distintos tipos de bebidas:


BEBIDAS: CALORÍAS / GRAMOS DE AZÚCAR

Agua 240 ml (8 oz) 0 / 0 gr
Leche semidescremada 240 ml (8oz) 100 / 11 gr
Jugo de naranja natural al 100% 240 ml (8oz) 110 / 22 gr
Jugo de manzana natural (8oz) 120 / 29 gr
Jugo de vegetales (8oz) 45 / 11gr
Bebida elaborada con jugo de frutas (10% jugo) 240 ml (8oz) 150 / 38 gr
Bebida en polvo (con azúcar añadido) 240 ml (8oz) 90 / 24 gr
Refresco gaseoso 240 ml (8oz) 100 / 27 gr
Gatorade (8oz) 50 / 14 gr
Smoothies de fruta (80z) 115 / 29 gr
Leche achocolatada (8oz) 230 32 gr
Debemos observar en todos los envases elaborados así sean “dietéticos” cuantas calorías y cuanta azúcar traen para no pasarnos de los requerimientos diarios, tener en cuenta que las frutas también traen azúcar en forma de fructosa, no debemos abusar en cantidades ni añadir azúcar.*

* (Referencia libro El Método Sergio Rada, un estilo de vida saludable).


LECHE Y AGUA PARA LOS NIÑOS

Se habla de la importancia de que los niños y adultos ingieran alimentos saludables, pero, ¿y las bebidas? Lo que bebe una persona repercute sobre la cantidad de calorías ingeridas, así como sobre la cantidad de calcio que contiene su dieta, siendo el calcio una sustancia necesaria para desarrollar unos huesos fuertes.

Para niños de todas las edades, el agua y la leche son las mejores opciones, debe servirse a menudo. El agua no solo carece de calorías, sino que el hecho de beberla enseña a los niños a aceptar una bebida apenas sin sabor y no azucarada para calmar la sed. Puesto que un vaso o una taza de leche contiene unos 300 miligramos de calcio, la leche puede ser un elemento fundamental que contribuye a las necesidades diarias de calcio de su hijo. Los adultos deben contar las calorías y no pasarse de 30 gramos de azúcar al día.

He aquí la cantidad de calcio que su hijo necesita cada día:

• Niños de 1 a 3 años: 700 miligramos de calcio diarios
• Niños de 4 a 8 años: 1.000 miligramos de calcio diarios
• Niños de 9 a 18 años: 1.300 miligramos de calcio diarios

Las recomendaciones actuales de ingesta diaria de leche, equivalentes lácteos o bebidas de soja enriquecidas (con calcio) son:

• Los niños de 2 a 3 años dos tazas (480 mililitros o 16 oz) cada día.
• Los niños de 4 a 8 años dos tazas y media (600 mililitros o 20 oz) cada día.
• Los niños de 9 a 18 años tres tazas (720 mililitros o 24 oz) cada día.

Elija lácteos descremados o semidescremados (1%) la mayoría de las veces. Si a su hijo no le gusta el sabor de la leche, pruebe a añadirle un toque de sabor, por ejemplo, a chocolate o a fresa. Ese punto de sabor puede cambiar mucho las cosas y no añadirá a la bebida una cantidad importante de azúcar.

Cuando un niño bebe demasiada cantidad de algunas de las siguientes bebidas: jugo natural, bebidas elaboradas con jugo de frutas, bebidas deportivas y refrescos, estas últimas pueden desplazar a toda la leche que necesita. Además, las bebidas azucaradas también favorecen la acumulación de calorías y provocarle sobrepeso.
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