Manejo de las situaciones de cetosis en el niño con diabetes

El cuerpo humano necesita la insulina para que la glucosa procedente de alimentos y que ha ingresado en el torrente sanguíneo pueda acceder a las células de nuestro cuerpo (principalmente células musculares y hepáticas) y sea utilizada como fuente de energía.

Sin suficiente insulina, el cuerpo no puede usar esta glucosa de la sangre como fuente de energía. Es por ello que el cuerpo descompone su propia grasa para obtener energía, formándose una sustancia de desecho -cuerpos cetónicos o cetonas- que es tóxica para el cuerpo humano.

Cuando los cuerpos cetónicos -que son una sustancia ácida- aumentan en cantidad por perpetuarse la situación, la acidez de la sangre puede aumentar y producirse una situación clínica potencialmente grave conocida como cetoacidosis diabética.


¿Por qué se producen los cuerpos cetónicos?

La formación de cuerpos cetónicos en niños con diabetes es prácticamente exclusiva de la diabetes tipo 1. Se produce cuando hay una ausencia de insulina o una deficiencia relativa de la misma en relación a las necesidades. Estas necesidades pueden estar influenciadas por situaciones como enfermedades concomitantes o estrés que aumentan estos requerimientos por la producción de hormonas contrainsulares (cortisol, adrenalina, glucagón,…).

Por tanto, las situaciones más comunes que pueden generar situaciones de cetosis son la inyección menor de la cantidad de insulina que el cuerpo requiere, omisión de las dosis de insulina o enfermedades o infecciones concomitantes.

En el caso de pacientes en terapia con infusor de insulina la desconexión durante más de 30 minutos del set de infusión o la obstrucción de la cánula pueden generar rápidamente la aparición de cuerpos cetónicos.


¿Qué síntomas pueden existir en situaciones de cetosis / cetoacidosis?

Inicialmente aparecerán los síntomas propios de la hiperglucemia (poliuria, polidipsia, polifagia). Posteriormente el niño puede presentar aliento olor a manzana (olor a cetonas), dolor abdominal, nauseas, vómitos y malestar general.


Si no se corrige, la situación puede progresar a una forma más grave (cetoacidosis). En este caso, el niño con diabetes presenta deshidratación (sequedad de piel y mucosas), dificultad respiratoria (con respiración profunda y rápida) y tendencia a la somnolencia. En esta situación el niño debe ser trasladado urgentemente a un hospital.


¿Cómo se pueden medir los cuerpos cetónicos?

Pueden medirse tanto en orina como en sangre. Clásicamente los cuerpos cetónicos eran medidos a través de tiras de orina que permitían a través de pruebas de color la estimación de la cantidad de cuerpos cetónicos. En los últimos años han aparecido medidores que dan una medición cuantitativa más exacta de los cuerpos cetónicos.

Clasificación del nivel de cetosis según medición en sangre:

- Normal (menos de 0.5 mmol/L)
- Anormal. Cetosis leve (0.6-0.9 mmol/L)
- Cetosis leve-moderada (1-2 mmol/L)
- Cetosis moderada (más de 2 mmol/L)
- Cetosis importante (más de 3mmol/L)

Cuando la medición de cuerpos cetónicos en sangre supera los 3 mmol/l el riesgo de que aparezca un cuadro de cetoacidosis es elevado.


¿Qué hacer en caso de aparición de cuerpos cetónicos?

Evitar la deshidratación, es importante beber líquido (bebidas sin azúcar).

Administración de insulina. Será necesario administrar insulina adicional. Las recomendaciones de la Sociedad Internacional de Diabetes Pediátrica y del Adolescente (ISPAD) aconsejan administrar una dosis correctora de insulina que oscila en torno a un 15-20% de la dosis total diaria en caso de cetosis. En cualquier caso es importante que siga las indicaciones que su equipo de diabetes le haya proporcionado para corregir esta situación. Es importante recordar que en situaciones de enfermedad no debe omitirse nunca la administración de insulina.

Administración de hidratos de carbono. Cuando se haya administrado la dosis correctora de insulina y la glucemia comience a bajar (por debajo de 250 mg/dl) es necesaria la administración de hidratos de carbono para que el cuerpo comience a metabolizar azúcares y deje de utilizar las grasas como fuente de energía.

Medir con frecuencia los niveles de azúcar en sangre y de cetonas en sangre u orina.

Si la aparición de cuerpos cetónicos está relacionada con la aparición de una enfermedad de base es importante tratar la enfermedad que esté predisponiendo a esta situación.

Vigilar la aparición de signos de cetoacidosis.


¿Cómo manejar las situaciones de deporte y cuerpos cetónicos?

Durante la realización de una actividad deportiva el consumo de glucosa aumenta. Sin embargo, como hemos explicado previamente, es importante tener un nivel suficiente de insulina que permita la combustión de esta glucosa.

Si no hubiese insulina suficiente, el cuerpo es incapaz de utilizar la glucosa como fuente de energía y comenzará a utilizar las grasas, apareciendo como resultado de esta combustión los cuerpos cetónicos.

De este modo, una glucemia alta (por encima 250-290 mg/dl) con una prueba de cetonas positiva traduce que el cuerpo no cuenta con una suficiente cantidad de insulina como para poder llevar a cabo una actividad deportiva.

Será necesario en este caso administrar insulina y esperar que las cetonas desaparezcan antes de iniciar la actividad ya que de lo contrario el riesgo de que la situación progrese a cetoacidosis puede ser importante.


Por: Roque Cardona
Asesor en Diabetes Pediátrica de la Fundación para la Diabetes. Endocrinólogo pediátrico con dedicación preferente a diabetes en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
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